Minerva Margarita Villareal


Fuego en el centro de la página

Fuego en el centro de la página
emanación que eleva entre celdas
el oro del lenguaje
en busca de otro cielo
que herida y muy enferma estoy de amores
Lenguas de su detenimiento
en ese campo blando la batalla
en torno a Amor
bajo la medialuna
helechos y ríos de cadencias
aves y olas de lagartos
entre hojas de espuma y borradores
cércame de manzanas y de olores
desátame de trabas
de túnicas
sandalias
asciende ya conmigo tus muslos tu albedrío
que herida y muy enferma estoy de amores

Signos de brazos que acarician
Abre tus ojos
adéntrame en la balsa de tu lecho
estáncame de rutas que se cruzan
(cércame de manzanas y de olores
que herida y muy enferma estoy de amores)

La fiebre del deseo
que viaja en el palacio de la página
No hay más techo que estrellas
No hay más lluvia
No hay cimiento asidero
ni granito ni mármol o alfombra meditada
Como espejo la colcha
en la playa del lecho
bajo la medialuna
Todo fuego es un río
que ilumina
con ansia
los cuerpos que se aman
Sus lenguas entrelazan
trascienden ya la página
apuntan destemplando el mentiroso muro
que herido y muy enfermo estás de amores

Esta herida

Esta herida mana bajo los cielos
mana de sus cabellos
tu cuello
la espalda
la piel más mármol
y durazno
el pelo alzado
Puedo entrar al silencio que de golpe da el agua
puedo entrar a la calma
que es silencio que llama
puedo entrar a la llama
que desgrana la herida
un jarro un vientre
grifos de largo pico
La cicatriz también es un pasillo
de manos breves
de pétalos serenos
Al borde del estanque al fondo de la alcoba
el silencio brilla
mece tus años acaricia
Álamos de la alfombra sabinos entre sábanas
la casa iluminada desde tu fuego brota
y esta muchacha espera
Bajo los cielos
cercados de ventanal y muro
clausuradas las puertas las aldabas
presas que el espacio cercena
ellos trenzan sus astas
embisten a lo ancho lo bajo
del pecho lo hondo
Tras los cristales cerros
ciervos
Ojos por la herida
cuellos
Herida de Dios
Esta herida mana bajo los cielos
mana de tus cabellos
la espalda
la piel más mármol
y durazno
el pelo alzado
pude entrar al silencio
del agua
pude entrar a la llama
La cicatriz también
es un pasillo un vientre
y al borde del estanque
una muchacha
asoma como si se entregara

Sueño de un lienzo

Sueño de un lienzo
en la ruta del agua
los zapatos de noche
en la lluvia cerrada
De noche
mis zapatos
se internan
se derraman
Somos un sueño
en la ruta del agua
Zapatos de la noche
que interna se derrama
en busca de esos barcos
que flotan por mi casa.

La casa

La casa que construiste fue arrasada
Vi como sucedió
como se desprendían paredes y ladrillos
El techo voló
sobre los huesos
y el paisaje entre la hierba abrió
echó raíces bajo las plantas de mis pies
Estoy anclada
y esta casa mojada por la lluvia
esta casa azotada por el viento
hecha polvo
y materia que crece
Esta casa soy yo.

Minerva Margarita Villarreal [Montemorelos, 1957] es licenciada en sociología y maestra en letras españolas por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Ha publicado los libros de poesía Hilos de viaje (1982), Palabras como playas (1990), Dama infiel al sueño (1991), Pérdida (1992), El corazón más secreto (2003), La condición del cielo (2003), Herida luminosa (2008) y Tálamo (2011). Ha recibido el Premio Alfonso Reyes, Jaime Sabines o el Juana Inés de la Cruz Letras del Bicentenario. “Minerva Margarita Villarreal, ha dicho Juan Abril, cuenta una experiencia límite, con voz austera y grave, a partir de las pulsiones del deseo y la muerte, una experiencia de lo real que bien podría convertirse en resumen de un libro arriesgado en el que la palabra toma doble conciencia de su límite y significación.”