Diana Moncada

Memorias

Me gusta sentir mi cabeza colgar durante el sexo
Respirar entre cruces
Sentir el final arrastrarse hasta mi lengua
Saberme al borde,
casi muerta, casi rota, casi diosa
Lamer el vértigo de perderse
Olvidarme
Hurgar en la memoria del otro lo que no encuentro en la mía.
 

Supernova

Ensuciaste mi cuerpo para lavarlo en las orillas de un viejo techo estrellado. Hice silencio para
aprender el lenguaje de todas tus constelaciones. Deletreé con mis ojos el ocaso de tus voluntades y
sorteamos los asteroides de las noticias por las mañanas. Terminamos por sembrar en el patio una
supernova que nos tragó.
 

Eco

Evito delatarme a través de nuestra música.
Evito deslizarme entre la escarcha roja de una habitación sin fondo.
El tiempo ha lavado todos los rostros y ahora conozco la exacta dimensión de los silencios.
Estuviste, fuiste, creíste.
Eres un informe signo del pasado arrastrando las palabras de un futuro extraño.
Soy, resisto, amo con todas las equivocaciones del presente.
Busco la nebulosa que fuimos pero el cielo está vacío
e l c i e l o e s t á v a c í o
y una habitación remota gira en los recovecos de mi anestesiada memoria.
Somos un eco fragmentado alrededor del mundo.
El mundo inmundo de nosotros.
 

Sueño #13

Embarqué sobre mi barco acribillado
entre la viscosidad de una marea extraña
Hubo semen en el lugar contrario
su caudal rasgando mi entrepierna
Fue mi trofeo o mi despojo
mi cuerpo copulando como una serpiente besando su cola
la ambigüedad de un sexo eyaculando las entrañas del mundo
la paradoja de ser una en lo otro,
el cielo jugando a ser el mar.

Entre la multitud soy escondrijo
Laberinto contorsionado hacia dentro, sin hilo, sin Minotauro, sin posible evasión
Ante el otro
Soy solo una boca que habla
Ante mí
Un cuerpo que se busca
Esquivo, efímero, apenas delineado
Persigo el rostro virgen, el utópico rostro del destino
Voy por capas, extranjera de mis propios surcos
Voy hacia el pozo,
Siento asco de mí, asco del eterno simulacro
Soy un ridículo trazo y sonrío mientras algo de mí danza entre las llamas
Saberse implica arder, desaparecer y creer en las cenizas.

 

Diana Moncada (Caracas, 1989), ganó el concurso de autores inéditos de Monte Ávila en 2013 con su libro Cuerpo crepuscular. Colabora como periodista en El Universal, Contrapunto y la revista brasileña Philos.