Eva Durán

Jamás pertenecí a ninguna parte

Jamas pertenecí a ninguna parte, siempre fui una cosa extraña a la que todos (sin excepción), se acercaron con curiosidad manosearon y abandonaron luego con desencanto
saltando de lugar en lugar vomitando verdades y contando cadáveres ajenos
la que fue incapaz de pertenecer al mundo la niña grande que se negó a cumplir 19
la imprudente de rostro dulce y expresión amarga
que recorrió inútilmente cuerpos y avenidas buscando miradas amables la ciudadana número 45.752.961
que votó por Samper y no se pierde la novela de las 8
la hija del borracho
la que penetró la noche y copuló en moteles baratos
esperando un milagro
o una taza de café caliente al final de la calle o amor...
¿por qué no?
como quien no quiere la cosa, como se espera la buena suerte un amor chiquito, simple, primitivo
que justifique la pesadilla de habitar un mundo criminal
el madrugar día a día sin esperanza
y el acumular un cumpleaños tras otro como quien acumula periódicos viejos hasta el momento parece que el amor ha tenido mejores propuestas que atender no tengo suerte y no pasaré a la historia pero tengo este cuaderno
una vagina en buen estado y un par de ojos miopes
tengo la taza de café caliente, tengo cigarros
sexo ocasional y el apartado aéreo # 316
¿no les parece fantástico?

Advertencias del padre

Si has decidido bajar al mundo para hacer el trabajo sucio
hazlo por tu cuenta y riesgo pero recuerda
el cordero no tiene esperanza
tu agonía será larga y difícil
rasgarán tus vestidos venderán tus huesos
tu mortaja mortuoria tu piel desollada por el látigo
tus discípulos
falsificaran tu mensaje
flagelarán a tu concubina
para hacerla santa
levantarán imperios
morirán en tu nombre
matarán en tu nombre
semana a semana beberán tu sangre
como vampiros insaciables
serás la estrella
la puta del paseo
la excusa
el dogma
el becerro
la discordia
el papa no morirá en la cruz
(mandarà a otros)
pero deseará contemplar mi rostro
y ten la seguridad hijo mío
que lo contemplará
no te quepa la menor duda ...
no te quepa la menor duda ...

En el país de los asesinos

¿Sabes por qué estas muerta?
porque mataste
porque cada uno de tus pasos destrozó una primavera
porque carne inocente fue carne entre tus manos
porque trituraste los dedos de los niños del gulag
porque fue música su dolor
porque eres parte de la humanidad
tu vagina, tus ojos, tus manos y tu vientre
se han llenado de gusanos
porque has matado a todos tus hijos
en todos los rincones de la tierra.

Esos habitantes

He visto un perro confundido
con miedo de tomar un rumbo u otro
con hambre
titubeando en cada cruce de calle
solo en medio de todos
en medio de nada
sin tutor legal ni abogado de oficio
ni dios al cual rogar o maldecir
recorriendo un mundo incomprensible y duro
de patadas y mordiscos
y botes de basura
lo he visto agonizar al amanecer
con la barriga endurecida
y los ojos como grandes castañas
fijos en la lluvia
lo he visto luchar hasta el ultimo momento
lo he visto resistir.


Eva Durán (Cartagena, 1976) es periodista y trabaja rescatando perros de las calles.

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