Legado de sombras

Nataraja

El bailarín en el circo del corazón
mueve las extremidades como una araña
retorciendo su hilo de luz.

Al sol

Sé que estás alto
por mi sombra que se perfila
en la grama.

En un momento me voltearé
para saludarte,
pero me detengo vacilante
en compañía de mi sombra

antes de exponerme
a la soledad de tu luz.

El tránsito del rey

a la memoria de Arnaldo Acosta Bello

…..entonces los años te alejaron
de las cosas hermanas, de los colores
y perfumes que ardían con tu llama azul,
sobre un océano de honduras monstruosas,
de tempestades déspotas y calma sin paz;

tras tuyo, las orillas se perdieron de vista,
frente a ti, ni asomo de tierra firme,
aquella avenida de chaguaramos que llevara
al jardín de rosas, la casita blanca,
tus libros y manuscritos iluminados,
los retratos de los amigos, vivos en las paredes.

Tuvo que ser el aire que te acogió,
el elemento menos tuyo se hizo denso
para recibir las huidizas huellas
de tu nuevo viaje…..

Paisaje con cuerpos

Alteramos el silencio
pero este silencio se compone de sonidos
dejados por cuerpos
tan efímeros como nosotros

y tan embebidos en la sustancia del silencio.
Soy tierra, me desplomo
en mis costillas de calcita,
tu aliento

sacude las capas del silencio
soltando voces ¿humanas?
o ¿es cotorreo de pájaros?
¿roca que se desmorona?

Me fulminas en la raíz;
las olas de sonido me allanan
arrastrando lajas espinas plumas
y uñas de muertos desconocidos.

Decrépita

I

En todo el largo invierno no ha llovido.
Mis poros se han encogido por la sequedad,
el viento sediento me traspasa
con un ruido de guijarros.
Mis amantes son calaveras escasamente revestidas.

II

Ellos se pararon en fila y yo dije
“El mío es el jorobado,
sus miembros son robustos y su semilla es humilde,
mana desde el fondo
del linaje de los guerreros que me acribillaron”.

Pero mi deseo por él fue una lluvia fría,
el primer hijo se negó a dejar el vientre
y todavía cuelga allí
como una araña en la ventana.
Los otros no tenían campo y se escurrieron
antes de tiempo y sin alma.