Canción de amor sobre la cruz

Ciudad de todas las heridas pequeñas,
¿no apagarás mi mano?
¿No podrás enviarme una gacela?...
¿Y limpiarme la frente
y el pulmón
de ceniza?
Añorarte es lo mismo que una ausencia;
encontrarte, un destierro.
Llamo a todas las puertas
gritando,
preguntando:
¿Cómo pueden trocarse
en polvo
las estrellas?...
Te amo. Sé mi cruz.
Sé, como tú deseas, un palomar.
Yo sé que si tus manos me fundieran
se llenarían de nubes los desiertos.

Te amo,
¡totalidad del corazón!
¡Sabor, oh tú, de uvas!
¡Gusto a sangre!
Una luna en mi frente no se extingue,
y en mi boca se agita
un fuego,
una guitarra...

Si muriera de amor, deja mi tumba
expuesta a las pestañas de los vientos.
No me entierres.
Para poder sembrar tu voz en todo barro,
para poder alzar tu espada en todo campo.

Te amo. Sé mi cruz,
sé lo que tú deseas.
Dilúyete, en el alma,
con el sol.
¡Y no me compadezcas!

Traducción de Suhail Hani Daher Akel