“ Las estaciones de un día ” |
Milciades Arévalo Una mañana de 1970 recibí una carta del poeta Ariel Canzani de la Argentina , director de la revista Cormorán y Delfín, donde me pedía una antología de poesía colombiana. Yo, que siempre he sido un montón de sueños y profundas soledades, hice un atado de poemas y se los mandé. Tal vez eso no era una "antología", pero los poemas llegaron a muchos puertos y establecí comunicación con los poetas del mar. Recuerdo que entre los poemas "escogidos" por mí había uno de Eduardo Gómez, tomado de Restauración de la palabra (Tercer Mundo, 1969) e ilustrado con desgarradas escenas de dolor y soledad por el maestro Augusto Rivera. Exiliado de las multitudes, siempre me he sentido como El viajero, y es por eso que navegando por cualquier calle de la ciudad, al doblar la esquina, me cruzo con Eduardo Gómez que pasa delante de mí como si se lo llevara el viento. Pero todo es por culpa de la poesía. Con poesía uno es capaz de cruzar el mar y volverse viento. Por eso en esta tarde de sol que hace que uno le pida la eternidad a la vida, le pido al poeta que nos hable de sus sueños y de todo lo que gravita en su imaginación. El personaje Eduardo Gómez nació en Miraflores (Boyacá), el 24 de octubre de 1932. Hizo estudios de Derecho, fue fundador de la FEC , permaneció 6 años en Alemania donde estudió dramaturgia y literatura alemana, incluyendo un año de práctica en el Berliner Emsemble. Ha sido jefe de publicaciones de Colcultura, crítico de teatro, colaborador de la Radio difusora Nacional de Colombia, profesor de la Universidad los Andes, de la Universidad Javeriana , de la Universidad Pedagógica , de la Universidad Nacional y de la Escuela Nacional de Arte Dramático. Ha publicado varios libros de poesía y de crítica interpretativa. Actualmente es director de la revista "Texto y Contexto", de la Universidad de Los Andes. ¿Cómo fue su encuentro con la poesía? - No hubo "encuentro" puesto que la poesía no es una entidad externa, sino una manera de relacionarse y de concebir el mundo que comienza desde la infancia, cuando surge como respuesta inconsciente a ciertos conflictos y a ciertas influencias. En mi caso, fueron decisivas: una vivencia edípica muy intensa de la naturaleza, una soledad interíorízada como peligro de muerte y algunas influencias culturales precoces de un artista de la familia (músico y pintor, pero también lector de la mejor literatura) y de algunos conocidos (profesores y amigos), que desembocaron en una iniciación temprana en la música culta y en algunos autores clásicos, después de las consabidas lecturas infantiles, novelistas e historietas de aventuras. - ¿Qué representa en su vida la poesía y qué significa para usted ser poeta? - La posibilidad de explorar las sensaciones, las pulsaciones y los deseos más singulares y significativos de mi experiencia, y de darles formas de expresión socialmente válidas y perdurables. La poesía es la posibilidad más radical de cuestionar y recrear el lenguaje heredado, de tal manera que lo más original de cada experiencia indívidual se manifieste de una manera enriquecedora de la sensibilidad social y respecto a la naturaleza. ¿Cómo fue su encuentro con los libros, especialmente con los de poesía? - Como decía, los primeros libros fueron cuentos y novelítas especiales para niños. Recuerdo con especial interés "Cascanueces", "El patito feo”, “La sirenita" y otros de Andersen; los relatos "Sin familia" y "Alegre''; los libros de aventuras de la serie "La sombra" o "Arsenio Lupin, ladrón de levita", y lecturas diversas en la enciclopedia juvenil "El tesoro de la juventud". Luego, en una segunda etapa, es necesario destacar los poemas de Rubén Darío (del cual recité "A Margarita Debayle", en una velada, cuando tenía diez años) y, ya en la pubertad, las novelas de Víctor Hugo. En una tercera etapa, dejaron en mí honda impresión las lecturas de "Werther" y "Fausto" (primera parte) de Goethe, "Las flores del mal" de Baudelaíre y los "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" de Neruda. Después, en la universidad, mis lecturas se tornaron muy diversas, pero es indispensable recordar el "Ulises" de Joyce, "Residencia en la tierra" de Neruda, "Poemas humanos" de Vallejo, algunos poemas y piezas de Brecht, la obra completa (hasta ese momento) de Jean Paul Sartre (el autor que más influyó en los cambios que viví en esos años, junto con Marx y Freud), así como "La montaña mágica" de T. Mann y las tragedias de Shakespeare. - ¿Cuál es su método o su proceso creador ante el poema? - Hablar de "método" no sería apropiado: en poesía no se "eligen" temas cerebralmente, ni se elaboran lúcida y sistemáticamente. Los temas se insinúan en etapas privilegiadas, cuando se ha llegado a una cierta plenitud existencial, y cuando procesos inconscientes que vienen de muy atrás, afloran, debido a experiencias reveladoras. Pero es claro que esos procesos se pueden estimular, mediante experiencias artísticas y vivencias de la naturaleza, y resultan favorecidos por amores y amistades intensos. En general, cualquier experiencia que nos conmueva redunda finalmente en una mayor capacidad creadora. Una vez dadas esas circunstancias favorables súbitamente surgen palabras que me obsesionan por sus sugerencias y por una cierta musicalidad implícita. En la actualidad estoy convencido que el verso no es obligatorio, ni exclusivo, para lograr la poesía más auténtica, y experimento con verso y prosa, tratando de que se influyan y complementen para lograr imágenes que sean musicales y reflexivas a la vez. Ya publiqué fragmentos con el título "Las estaciones de un día" en el No. 23 de la Revista , "Texto y Contexto", de la Universidad de los Andes. - En su opinión, ¿cada poeta tiene su sistema de creación? - De acuerdo a la anterior respuesta, antes que de "sistemas de creación poética" hay que hablar de modos de existencia. Un artista crea según viva. Whitman, por ejemplo. - ¿Los poetas de las generaciones anteriores influyeron en su poesía o la suya es una poesía demasiado original, auténtica, única? - Quien no reconozca influencias está fuera no sólo del arte sino de la cultura en general o es un ignorante, y un simulador. Ya me referí a algunas influencias. Podría hablar de muchas más, incluso de aquellas' que ordinariamente no se consideran influencias porque provienen de gentes humildes o de acontecimientos que no tienen categoría "cultural". Rimbaud decía: "Yo soy todos". - ¿Qué poetas o poeta colombiano admira notablemente y por qué? - La lista sería considerable y abarcaría bastantes de los que están vivos. Por otra parte, se escribe tanta poesía en Colombia que es imposible estar informado, especialmente cuando se tiene interés en -leer novela, ensayo, filosofía, ver pintura, oír música, dictar cátedra, dirigir una revista y un programa radial. - ¿Qué poeta o poetas extranjeros admira y por qué? - Ya mencioné algunos. Es necesario agregar los nombres de Esquilo, Sófocles y Eurípides (sobre cuya obra dicto cátedra desde hace seis años), Hólderlin, Omar Khayyam,Li-Tai-Po, y decenas de poetas chinos, García Lorca y Cernuda, entre otros. Explicar por qué requeriría varios libros. No obstante, podría decir en general, que esos poetas me han apasionado porque en su obra pude profundizar en mis conflictos como escritor y porque sus obras me estimularon a escribir. - ¿Qué opinión le merecen las vanguardias poéticas? - La auténtica vanguardia surge siempre, de hecho, de la creación artística más madura y rigurosa, cualquiera sea el estilo. Esa auténtica vanguardia (aquella que no sólo enriquece un género artístico, sino la sensibilidad de toda una época), no es reconocida como tal por los críticos de moda, debido a que es difícil de comprender, exige talento y estudio a largo plazo y no hace ruido, ni sirve a escándalos publicitarios. Eso sucede porque la crítica predominante sigue siendo periodística y formalista, y atiende, ante todo, a las novedades, fetichizando la originalidad. Sin embargo, ha llegado el momento en que para ser "original" a toda costa hay que destruir el arte por dentro, escribiendo, por ejemplo, un "antipoema" u organizando ruidos en lugar de música. El verdadero arte sabe que la originalidad surge cuando se encuentra la forma específica que exige cada tema y que, en todo caso, nunca se puede prescindir del legado estructural de un lenguaje artístico, so pena de caer en el autismo y la actitud esquizoide. El vanguardista típico persigue obsesivamente ser distinto, dando lugar apenas a una artificialidad vistosa y chocante. Ese vicio de la novedad es una manifestación de narcisismo infantil rebelde, cuando no es un contagio del mundo de la competencia comercial del capitalismo más agresivo. A estas alturas del siglo veinte hay una fatiga mortal ante todos esos geniecillos "terribles", pero el daño que han causado a la credibilidad y a la influencia formática y social del arte es muy grande, provocando la indiferencia y la confusión en el gran público, y la desmoralización y el escepticismo en la élite. - ¿Le propondría a los poetas que vienen detrás de usted el cambiar de oficio? Al respecto tendría que decirles: la poesía no es un oficio, ni una profesión y cuando se la toma así se la destruye. El poeta (como todo artista), trata de salvar su conflictiva (y, con frecuencia, fracasada) existencia, tratando de hacerla profundamente significativa para todos. La poesía es. entonces mucho más que un ocio, es una forma de vivir y superarse. - ¿Vale la pena escribir poesía en estos tiempos tan caóticos y sombríos? - Precisamente porque vivimos amenazados por una nueva barbarie, tecnificada y consumista, precisamente porque nuestras existencias son presionadas a convertirse en operaciones insignificantes y utilitarias para conseguir dinero y comodidades, la poesía (en el sentido totalizante que le daban los griegos) es más necesaria que nunca. Ahora es más claro, que en las épocas míticas, la afirmación de que el hombre cabal es siempre, de alguna manera, un poeta. Quiero decir que preservar la singularidad humana y afianzarla, se confunde en nuestra época (con especial urgencia e intensidad) con una manera de existir, mediante y para las experiencias gratuitas: el amor, la amistad, la creatividad y toda lucha que busque afianzar al hombre trascendente contra el hombre práctico y alienado. - ¿Cómo considera que será la poesía del próximo milenio? - Surgirá de la búsqueda de valores humanos pero en condiciones de masificación, contaminación, su-perpoblación y tecnocratización aún más complejas y difíciles que las de ahora. La Prensa, Bogotá, Enero 26 de 1955 |