Cristina Peri Rossi
por Mercedes Rowinsky

Es imposible leer la lírica de Cristina Peri Rossi y no sentir la inspiración de ser poeta. Aunque sólo sea por un instante, se desea poder lograr esa maestría, se anhela ser capaz de conseguir traspasar los límites inciertos de la temporalidad para entrar al campo de lo eterno. Su amor por la palabra se manifiesta, lógicamente, por medio del uso refinado de la lengua. A la vez, la resonancia en el manejo de la misma, refleja la habilidad de la creadora que, despertando en el lector la curiosidad por el léxico elegido a cada momento de la escritura, contagia la pasión que por la palabra siente ella misma.
El lirismo, en el caso de Peri Rossi, es una mezcla de ardor por la palabra y por la vida. Es una fusión de su compromiso con la lengua y con el ser humano. Es una combinación de sentimientos, quimeras, y sueños líricos a los cuales sólo podemos aspirar, pero –como lectores- siempre quedamos con la sensación que deja la imposibilidad de alcanzarlos y mucho menos de expresarlos.
Por medio de una dinámica lúdica, típica de Peri Rossi, su lírica expresa la ironía, el humor y la ternura que ella manifiesta a lo largo de toda su obra. Su magistral uso de imágenes y su capacidad para conmovernos con su lírica, se unen en esta concantenación creativa que despierta con avidez al lector más desprevenido y lo coloca ante el despliegue imaginativo de una escritora que absorbe y proyecta las vivencias cotidianas por medio de un lirismo que es a la vez evocativo y provocativo.
Su prolífica trayectoria lírica demuestra, no sólo su incontenible caudal de creación, sino que a la vez, despliega una constante energía y pasión por lo vivido, por lo sentido, por lo añorado, por lo que fue y ya no es, pero más que nada, se basa en el caudal onírico de lo ‘im/posible’ de esta vida que sólo vivimos una vez.
La lírica de Peri Rossi es un claro desafío a lanzarnos a la vida con el desenfreno creado por quien desea absorber cada instante que se presenta, para así procesarlo a través de la epidermis, con los sentidos alertas para que no se escape ni el más mínimo detalle. Como el cinematógrafo que anhelante mueve en forma panorámica la cámara tratando, casi obsesivamente, de registrar cada expresión, cada parpadeo, cada movimiento; la poeta vive su vida capturando sensaciones, sueños y realidades que se presentan ante ella.
Desde una experiencia amorosa desbordante, hasta la desidentificación que ocurre ante el exilio, Peri Rossi logra verbalizar los más ocultos sentimientos del ser humano y al mismo tiempo, los va despojando de inhibiciones. De esta forma, lo transporta, por medio de la lengua a un medio desestabilizador y conmovedor donde la fragilidad del ser aflora para descubrir su esencia misma. Sin subterfugios ni espejismos, el ser descubre en la lírica perirrosiana, ese desbocar de sensaciones, ese embriagador uso del lenguaje donde las palabras se bifurcan en cada lectura cobrando sentidos múltiples, al revelar nuevos y desconocidos significados. De esta forma la experiencia de la lectura se torna en un devenir de descubrimientos siempre nuevos. La lectura se transforma, entonces, en esa búsqueda casi obsesiva donde el lector se regocija ante los hallazgos que parecieron escapársele en el primer intento. El re-descubrimiento semántico y semiótico del lirismo de Peri Rossi, se desdobla en las lecturas subsecuentes que el lector realice. Es así que el juego propuesto por la escritora encuentra en el ávido lector, a ese cómplice amoroso que se regocija ante el enriquecimiento dadivoso que la poeta ofrece por medio de un uso sabio de la lengua.
La vasta trayectoria lírica de Cristina Peri Rossi es extraordinaria, no sólo por la riqueza de su contenido, sino más que nada por la relación que sigue existiendo entre su obra poética y el resto de su creación en los diversos géneros. Entre las más salientes obras líricas cabe señalar: Evohé. Poemas eróticos (1971); libro que creó gran desconcierto cuando fue publicado en Uruguay dado su contenido erótico y homosexual; Descripción de un naufragio (1974), Diáspora (1976), Lingüística general (1979), Europa después de la lluvia (1987); colección que resultó de la invitación de la Deutscher Peremischer Austandient de Berlín, Babel Bárbara (1991); libro al que se le otorga el Premio Ciudad de Barcelona justo al cumplirse los veinte años de la llegada de Peri Rossi a esta ciudad.
Posteriormente, la autora continúa publicando y obteniendo premios por su poesía. Su poemario Las musas inquietantes (1999), presenta lo que Pere Gimferrer se refiere como una narración en movimiento. En la misma, Peri Rossi –inspirada por diversas obras pictóricas que a la vez aparecen en forma gráfica al final del libro- presenta una colección de cincuenta poemas que denotan su sensibilidad perceptiva y su conmovedora forma de expresión lírica. Gimferrer contextualiza la experiencia de la lectura de este poemario en forma precisa cuando al final del prólogo de esta edición expresa: “Abrir este libro es entrar en nuestras galerías interiores; la mirada que ahí vemos, de esfinge o de gorgona, es nuestra mirada. Eso distingue a la verdadera literatura.”
El galardón más reciente obtenido por Peri Rossi por su poesía, es el otorgado a Estado de exilio (2003) que obtuvo el XVIII Premio Internacional de Poesía Rafael Alberti. En el mismo, Peri Rossi expresa la cruel escisión del exilio y transmite la soledad que produce la búsqueda de referentes familiares al individuo. El proceso generativo de nuevos puntos de referencia, y la añoranza ante las ausencias creadas por el exilio se van descubriendo en los versos de Peri Rossi, dejando en el lector la sensación del desajuste existencial perecedero que sufren todos aquéllos que se han visto en este contexto. La poeta presenta, en forma incisiva, tierna y regeneradora la esencia misma de la nostalgia persistente y perecedera que se mantendrá a pesar del tiempo.
Cristina Peri Rossi, una de las escritoras de la lengua española más importantes de hoy, continúa ofreciendo al lector un caudal de producción que promete seguir cautivando y desconcertando. A la vez, la escritora brinda ese delicado y apasionante fervor por la palabra el cual incita al lector a la indagación y a la meditación sobre su ‘ser en el mundo’. La capacidad de la creadora para lograr ese ambiente íntimo en el momento de la lectura se logra debido a su innegable compromiso como escritora que presta atención al pulsar de un mundo que constantemente la sorprende, la provoca, la alegra o entristece, de acuerdo al momento histórico en que se encuentre. Sin embargo, y a pesar de haber sufrido el despojo de un exilio involuntario, Peri Rossi no se deja vencer por los desalientos y las traiciones diarias, sino que sobrevive en la palabra. Rescatando por medio de ella y en ella, la esencia misma del ser humano; recupera así la esperanza en el mismo y eleva la escritura a ese nivel de entrega absoluta donde la generosidad de la creadora se ve recompensada en el acto de la lectura, cuando el lector descubre el mensaje explícito –o no- que ella ha dejado como obsequio perdurable.


Mercedes Rowinsky Geurts es profesora asociada en el departamento de literatura de la Universidad Wilfrid Laurier de Canadá.

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